jueves, 5 de diciembre de 2013

Sobre mi casa una nube roja.

Proyecto en Rojo es un colectivo emergente constituido por jóvenes mujeres que surge "con el objetivo de generar un espacio independiente de creación, investigación, formación y producción escénica", nos cuentan sus integrantes. El grupo se ha estrenado con el montaje Sobre mi casa una nube roja, una obra creada en su totalidad por el equipo con resultado sobresaliente.

La puesta ofrece un unipersonal que plantea una reflexión sobre la soledad en el contexto contemporáneo. Del mismo modo que el colectivo que le ha dado nacimiento, la obra está atravesada por la feminidad, sin llegar a caer en un discurso sexista/feminista o excluyente de lo masculino pues, al final, la soledad la padecemos todos los seres mortales. A propósito, se me vienen latentes las palabras de Erich Fromm en su Arte de Amar: "La vivencia de la separatidad provoca angustia; es, por cierto, la fuente de toda angustia. Estar separado significa estar aislado, sin posibilidad alguna para utilizar mis poderes humanos. De ahí que estar separado signifique estar desvalido, ser incapaz de aferrar el mundo -las cosas y las personas- activamente". (Texto completo aquí)

Laura Cordero es Hortensia. Foto: Proyecto en Rojo.


Hortensia es el personaje de la historia. "Esta mujer habita su casa, ese lugar íntimo y cotidiano en el cual se deposita mientras intenta hallarse a sí misma. De ahí huye y regresa, se encuentra y se pierde, renace y muere; contradicciones humanas", relatan con pasión las compañeras de Proyecto en Rojo.

Sobre mi casa una nube roja supera las expectativas que puedan formularse de la puesta. Es manifiesto el esmero y la minuciosidad con la que se ha construido la propuesta por parte del equipo de trabajo. Dramaturgia, dirección  e interpretación han sido sumamente cuidadas y el resultado es más que satisfactorio. Cabe decir que probablemente se ha debido a la metodología de trabajo que Proyecto en Rojo eligió para este proyecto, que implicó un proceso inductivo: desde la exploración corporal a la dramaturgia y la definición escénica.

"Me gustaría poder huir de verdad, salir corriendo, pero me da miedo irme, también me da miedo quedarme, me da miedo saber a qué le estoy huyendo."

La actuación de Laura Cordero es atinada, precisa e intensa. La corporalidad es fundamental para la puesta y consigue la intérprete conducir con ritmo la historia; Laura consigue metáforas visuales hermosas. En este sentido, el uso y aporte del espacio ha sido formidable. La puesta puede enmarcarse dentro de la propuesta performática del teatro íntimo que, como señalaba Cristina Moreno en un artículo periodístico, promueve funciones extremadamente sensoriales. 

Los y las espectadoras (de número muy reducido, lo que además garantiza funciones llenas) ocupan parte de una de las salas de la casa donde se desarrolla la obra, de manera tal que el público disfruta del juego de profundidades que la distribución de las otras habitaciones del espacio permite, es éste uso espacial un acierto de la obra, pues el acercamiento/alejamiento del personaje permite un concreto encuadre y composición de la acción que una sala tradicional no permitiría.

Afiche oficial de la segunda temporada.



Las piezas musicales son utilizadas con habilidad, lo mismo que el recurso audiovisual y lumínico, aunque este último aspecto es quizá el único donde la puesta queda debiendo, pues considerando el mismo juego espacial del que se ha hablado quizá los colores y sombras se hubiesen podido trabajar más armoniosamente, no obstante es compresible la limitación técnica que a su vez el espacio ofrece. De igual manera, los escasos recursos de utilería y escenografía son también agradables. Una mesa, una silla y una computadora, la triada de la modernidad donde los solitarios gastan (sobreviven) sus horas.

El vestuario es adecuado, aunque más atractivo aún resultan las constantes mudadas de ropa del personaje, metáfora brillante del cambio, alevoso o involuntario, que todos vivimos en el transcurrir de la cotidianidad.

La pieza logra tocar las aristas más exhaustivas de la soledad. De una u otra manera habrá algún elemento con el que nos identifiquemos (o suframos en silencio). ¿Cómo luchamos con nuestra soledad? ¿es posible sobrevivir sin ser lo que los demás quieren que seamos? ¿nos conducen los miedos, o nosotros los conducimos a ellos? ¿y el amor?. La puesta no ofrece soluciones, cierto es, pero nos hace pensar que es más importante.

Foto: Proyecto en Rojo.
Sobre mi casa una nube roja (nombre a penas para este blog, ¿verdad?) está cercana a finalizar su segunda temporada. Se presenta en El Sótano, un espacio/bar en Barrio Amón, Calle 3, Avenida 11. Es una propuesta que debe ser vista aún más, así que esperemos con ansias la tercera, cuarta y quinta temporada para el próximo año. Las funciones son de jueves a sábado a las 7:30 y se pueden hacer reservaciones a los teléfonos 8861-2281 / 8982-4816 / 8913-8521.

Ficha técnica
Dramaturgia: Alejandra Marín
Dirección: Aysha Morales
Actuación: Laura Cordero
Vestuario: Micaela Piedra
Diseño gráfico/escenográfico: Mariela Richmond