Escribimos nuestras historias en estos pedazos, historias tan infinitas como las hojas, que no consiguen llenar nunca a la hoja mayor. Estas historias se ponen en los pedazos, con lo que, muchas veces, cada pedazo de papel conserva un pedazo de historia.
Y todas las historias se completan en una sola, como los pedazos a las hojas.
El crucigrama se cierra en sí mismo en el punto en que descubrimos que la clave está en la ficción.
Creo que los humanos también somos como los pedasitos de las hojas, con una historia escrita en nosotros, de distintas maneras.
ResponderEliminarY tenemos que descubrir como completarlas.
Creo, ¿no?.