-Soluciones. Busco a Soluciones.
Problemas tenía la tendencia a molestarse más de la cuenta. Su única forma de estar tranquilo era tener a su lado a Soluciones; aún cuando fuera a lo lejos, el tenerla a la vista era suficiente.
-Se ha dio de vacaciones –dijo Sarcasmo. ¡Se ha ido de vacaciones!
Problemas no dudó un instante y llamó a su amigo Preocupaciones.
-¡Oh!, pensaba en vos.
-Amigo, malas noticias –replicó seriamente Problemas. Soluciones se ha ido de vacaciones. La muy ingrata.
-¡Oh no!... –gimió entre sollozos Preocupaciones.
Preocupaciones también era candidato a ser golpeado. Haciendo honor a su nombre, Soluciones encontró que para quitárselo de encima vendría bien un golpe directo en la nariz. Y así fue. Preocupaciones solo atinó a preguntarse ¿Me iré a morir?
Pero eso fue algo efímero, a los tres días siguió merodeando la casa de Soluciones, esta vez con un pastor alemán que adquirió el día anterior en la tienda de doña Facilidad.
-Se ha ido. ¡La muy puta se ha ido! –gritó Problemas. Seguro que fue el maldito de Confianza el que le metió ideas. (Al otro lado se escuchaba el llanto desconsolado de Preocupaciones) Pero no te asustes amigo íntimo. Iremos con doña Soledad, seguro que tendrá tiempo para nosotros.
Esa tarde, entre un mar de dudas, tomaron café en Placer`s, esquina diagonal a la casa de Pecados. Esperaron a que cayera la noche y se marcharon a donde doña Soledad.
Soluciones, por Nostalgia, volvía dos semanas después y se enteró de que Problemas y Preocupaciones hacía tiempo que buscaban a doña Soledad.
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