Hablar de su nombre significa,
descoserme los labios,
empalar mi ego,
desnudar mi fracaso,
dividir entre cero mi futuro;
llamarla en otro rostro
y que su recuerdo,
no pueda evocar
cicatrices antiguas,
ni contusiones recientes.
Cuánto peso
soportaba mi pecho bajo esa sola palabra.
Tomado, y levemente modificado a gusto, de Un Nombre del amigo Manuel Luna. Gracias por el permiso sin perdón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario